viernes, 9 de julio de 2010

Fuerte dilema

¿Dejar pasar? ¿Empezar ha olvidar?
¿Qué debo hacer? ¿Qué es lo mejor?

Para mí estas preguntas en la situación que ahora me encuentro, es un fuerte dilema.
Porque puedo dejarlo pasar pero entonces habría los mismos errores, reclamos, tristezas, enojos, desilusiones.

Si dejo pasar puede que las cosas con el tiempo y dándole prioridad puedan mejorar, incluso olvidarse. Como si nada pasara, caminando por ese camino de la mano sin problema alguno.

Empezar a olvidar. Nadie dijo que la vida es justa, fácil, complicada, alegre, triste, victoriosa. Desilusiona y enseña.

Olvidar es difícil porque hay tanto, una caja donde guardas las cosas valiosas, pero de las cuales debes deshacerte, tirarlas, romperlas, regalarlas. El sufrimiento es parte de la vida, llorar, gritar, reír, sonreír.

Mientras escribo esto pienso tantas cosas que en mi desesperación y en su arranque violentamente estoy atreviéndome a decir ¡se acabó! ¡Ya nomás, hasta aquí llego!
Para alguien como yo estos impulsos me llevan a desenlaces que no desee, aunque así son las decisiones ¿no?

Algunas decisiones las llevamos con más tranquilidad, porque requieren ser tomadas con profundidad. Estas preguntas anteriores me convocan a darles esa profundidad y reflexión por su gran importancia para mi vida. Todas las decisiones son importantes y cambian nuestras vidas, por pequeñas que sean.

Si las cosas se hubieran dado de otra manera… pero eso no existe y se quedan en simples hipótesis del pasado que vienen a mejorar nuestro presente o torturarlo.

Es doloroso, pero la decisión que tomaré será para seguir adelante.

F.R.

miércoles, 7 de julio de 2010

Oscuros labios

¿Dónde fue que me perdí?
¿En que lugar olvide mi seguridad?
¿Cómo fue que te olvide y deje de soñar?

Hoy me desperté pensando en ti.
Mujer de cabellos negros,
De vestimenta negra.
Labios de colorete oscuro,
Con sabor a desesperación.

Solo en sueños te conozco.
En ese único lugar solitario
Donde nadie nos puede juzgar.

Tu mirada, tu cuerpo, tus ojos.
Tu cabello, tu piel, tu cintura.
Tus labios, tus besos y tu voz.

Manos tan suaves y cálidas,
Con fuerza atrayéndome sobre ti.
Hermosa mujer de cabellos negros.

¿Por qué seducir ha alguien como yo?
¿Qué no ves que no te podré olvidar?
Nunca olvido una voz de gozo,
Ni un aroma tan fresco y nocturnal.

¡Mujer de oscuros labios!
¡Dama de blanca piel y hermosas telas!

Y si me conocieras, si nos cruzáramos.
Tomaríamos un amargo café.
Nos comeríamos historias,
Cenaríamos pasiones.
Y de postre un beso descriptivo.

¡Como no extrañar la gloria de tu cuerpo!
Tu ondulado y negro cabello
Que de manera coqueta se cae sobre tu rostro,
Cubriendo esa delgada nariz
Y esa rica sonrisa tuya.

F.R.